Recomendaciones de hábitos saludables que complementen los tratamientos láser

Independientemente de los tratamientos que te realices en la piel, debes cuidarla en tu día a día. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, y cuidarlo significa protegernos frente a factores externos como de la temperatura, de las bacterias y otros patógenos, y de sustancias químicas.

Protección solar diaria

El sol puede ser uno de los mayores enemigos de la piel, especialmente después de un tratamiento láser.

La exposición a los rayos UV puede causar daños significativos, como manchas, envejecimiento prematuro y, en el peor de los casos, cáncer de piel. Por lo tanto, es esencial aplicar un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 todos los días, incluso en días nublados.

Además, es recomendable utilizar sombreros, gafas de sol y ropa protectora para una protección adicional.

Hidratación adecuada

Mantener la piel hidratada es crucial para su salud y apariencia. Una buena hidratación ayuda a mantener la elasticidad de la piel y a prevenir la sequedad y la irritación, que pueden ser comunes después de los tratamientos láser.

Beber suficiente agua a lo largo del día y utilizar humectantes adecuados para tu tipo de piel son pasos fundamentales en este sentido.

Nutrición equilibrada

Una dieta equilibrada, rica en vitaminas, minerales y antioxidantes, puede mejorar significativamente la salud de la piel.

Alimentos ricos en vitamina C, E, A, y omega-3, como frutas cítricas, verduras de hoja verde, frutos secos y pescado, contribuyen a la reparación y mantenimiento de la piel. Estos nutrientes ayudan a combatir los radicales libres, promoviendo una piel radiante y saludable.

Rutina de limpieza suave

Es esencial mantener una rutina de limpieza suave pero efectiva. Usar limpiadores suaves que no resequen ni irriten, y que permitan mantener intactos los aceites naturales de la piel, especialmente después de un tratamiento láser.

Evita productos con alcohol o fragancias fuertes, ya que pueden irritar la piel. Además, es recomendable exfoliar la piel regularmente, pero con productos suaves que no sean abrasivos.

Evitar el tabaco y reducir el consumo de alcohol

El tabaco y el alcohol pueden tener efectos negativos significativos en la salud de la piel.

Fumar disminuye el flujo de sangre a la piel, lo que puede retrasar el proceso de curación después de un tratamiento láser y contribuir al envejecimiento prematuro.

El alcohol, por su parte, puede deshidratar la piel y afectar la calidad del sueño, lo cual es crucial para la regeneración de la piel.

Manejo del estrés

El estrés puede afectar la piel de diversas maneras, incluyendo la exacerbación de condiciones como el acné, la rosácea y la psoriasis.

Practicar técnicas para mantener a raya el estrés, como la meditación, el yoga y cualquier otro deporte, o simplemente dedicar tiempo a actividades relajantes, tiene un impacto positivo en la salud de la piel.

Consulta regular con un dermatólogo

Por último, es importante tener consultas regulares con un dermatólogo, especialmente cuando se está siguiendo un tratamiento láser y si además tienes la piel sensible, si tu piel es propensa a las manchas, o tienes muchos lunares.

Por parte del centro donde te realices en tratamiento de depilación láser, si por ejemplo elijes Tulaser, nuestros profesionales te ofrecerán consejos personalizados en función de tu tipo de piel y de vello. Y a medida que avancemos con la depilación láser iremos ajustando el tratamiento a tus necesidades para cuidar tu piel.