Un rostro facial radiante significa una piel que funciona bien, que se regenera y se mantiene firme e hidratada por sí sola. Pero, como bien sabemos, la piel se va oscurenciendo con el paso de los años y el efecto del sol.
El paso del tiempo y los hábitos de vida o rutinas menos saludables provoca la pérdida de agua, grosor, textura y elasticidad. Apareciendo así, las primeras líneas de expresión y arrugas faciales.
Por ello, nuestras clínicas ofrecen la técnica del blanqueamiento facial. Un tratamiento sin cirugia, no invasivo, sin necesidad de aplicar anestesia, indoloro y con tiempo de recuperación es bastante rápido.